Por: Fabián Ramírez León
Director Dominando El Balón
Twitter: @Fabianramirezl
Es un
detalle de fina coquetería el del mejor jugador del mundo con bogotá, del joven
más laureado por su habilidad con la pelota, Lionel Messi. Su visita al país,
haciendo uso de su influencia para pedir que acompañaran el ‘parche´a sus
amigos, o como decimos en Colombia, a sus ‘parceros’ más allegados: Robinho,
Capello, Dunga, Alves, Lavezzi, entre otras constelaciones balompédicas, fue
literalmente una muestra de humildad el de la ‘pulga’.
Y sin ánimo
de imprimir ironía en esta descripción, ni más faltaba, hago referencia en este
blog al evento que inquieta a cualquier amante del deporte más lindo y a la vez
más concurrido en el mundo entero, es precisamente el que al estilo Super Bowl,
reúne a algunas de las estrellas más importantes del momento en un solo
escenario, y mejor aún entorno a un acto benéfico.
Lionel
Messi, quien a sus 25 años ha logrado lo que cualquier joven quisiera (fama,
dinero, talento y cariño del público), pareciera que nada de esto le importara.
Sin embargo acceder a él resulta ser muy difícil, sobre todo para los
periodistas que quisiéramos a toda costa por lo menos un saludo para nuestro
medio o programa, pero sólo los grandes emporios y/o ‘roscas’ del gremio
mediático fueron los afortunados en este país tercermundista. Y digo lo de
tercermundista porque aquí todavía nos falta nivel para manejar un evento de
esta envergadura.
Hace unos
días los más grandes pisaron la capital colombiana y para gran parte del
público fue un fracaso, y sé exactamente a que se refieren. Fue un fracaso
rotundo, eso sí, en la logística del evento; no supieron aprovechar la estadía
de las estrellas maltratando a la crónica deportiva como perros hambrientos
esperando migajas de la mesa de hacendados millonarios. Lo digo por vivencia
propia y lo sostengo con imágenes si es necesario, que la rueda de prensa previa
fue desastrosa, que hasta pena ajena me dio con los protagonistas. Las familias
que más pagaron, la farándula colombiana y uno que otro lagarto tuvieron acceso
a la famosa cena con las estrellas, pero la empresa organizadora TOTAL
CONCIERTOS cometió el gravísimo error de mezclar las cosas, realizando el
recaudo de fotografías y autógrafos al mismo tiempo que los periodistas
preguntaban, y digo preguntaban porque fueron pocos los DEPORTIVOS que
asistieron debido a que la organización pensó más en los medios de farándula
que en la misma idea del fútbol y no nos tuvieron en cuenta al 90 % de los que
en verdad somos periodistas con énfasis en deporte, grave error.
Y es que no
se puede esperar más de una empresa que sólo ha manejado eventos musicales,
porque eso sí, el concierto de Daddy Yankee si estuvo a la altura, o eso es lo
que se mostró a nivel televisivo. Que se puede esperar de la jefe de prensa,
Lorena Peterson, que estuvo agobiada todo el tiempo con llamadas de diez mil
lagartos que de un momento a otro terminaron siendo amigos de ella o de los
directivos de la organización y que pese a su cordialidad con todos, resultó
guiando sus decisiones por lo más conveniente para el ego farandulero de su
empresa.
Pero bueno,
no vale la pena ahondar en esta injusticia pues no soy el único en mostrar la
ineptitud de los organizadores del quizá evento deportivo más importante del
2012. También hay que ver la parte amable del asunto. Una parte de lo recaudado
en el evento, cuya boleta se vendió promedio un millón cien mil pesos, fue
destinada para fundaciones de niños necesitados, para los que harán de este
país el futuro bueno o malo en distintos campos. Aplausos para Lionel y cada
uno de los que estuvieron en la cancha e hicieron levantarse de la silla por lapsos
cortos al público del Campín con el 6-6. Y lo digo por cortos lapsos
porque se sabía que los jugadores no se podían exigir, esa fue una de las
condiciones de cada club para prestar a los músculos que a ellos les cuesta
millones.
En fin,
este fue el balance desde la óptica de organización, desde mi observación como
periodista y que ojalá algún día vuelva a presenciar, eso sí ,con una firma que
realice la logística de la manera adecuada y que no le dé prioridad a Tv y
Novelas, o la ‘negra candela’, ni a ‘paparazitos’. Solo me queda por decir, que
nosotros periodistas deportivos nos hemos encargado de que nos pasen por
encima, al convertir al fútbol, el negocio más rentable del mundo, en un campo
de chismes y rumores salidos de contexto, dejando de lado la táctica, el
análisis y la profundización en los momentos que de verdad generan impacto en
el transcurso de un partido.
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