La presencia de dos de los principales goleadores en la historia de la selección brasileña le garantizó un público masivo al acto organizado por el Tribunal Superior de Trabajo en medio de las obras del Maracaná, que será la sede de la final del Mundial que Brasil organizará en 2014.
Los dos exjugadores, en su condición de miembros del consejo administrador del Comité Organizador Local (COL) del Mundial, aprovecharon el evento para inspeccionar las obras de reforma del Maracaná y para animar a los obreros responsables por las mismas.
"Cuando la reforma del estadio esté concluida, así como hice en Fortaleza y Salvador (otras dos ciudades que serán sede del Mundial), prometo traer algunos amigos para disputar un partidillo con ustedes (los obreros)", afirmó Ronaldo, el máximo goleador en la historia de los mundiales y tres veces considerado mejor del mundo por la FIFA.
"El estadio estaba necesitando de una reforma y está quedando maravilloso", dijo por su parte Bebeto, quien admitió sentirse emocionado al regresar al Maracaná pese a que del estadio tan solo quedan sus estructuras básicas y la cancha fue convertida en cantero de obras.
El consorcio responsable por las obras promete entregar el estadio el 28 de febrero de 2013, a tiempo para la Copa Confederaciones, que Brasil también organizará.
Según los constructores, como las obras están aceleradas, será adaptada una plataforma en el último piso de la torre de vidrio que hay en uno de los accesos del Maracaná para que los hinchas, y no tan solo las autoridades, puedan ver el avance de las reformas.
Ronaldo también se refirió a la importancia de la prevención de accidentes en su pronunciamiento ante los obreros.
"Cuando comencé a jugar fútbol el uso de la tobillera no era obligatorio y sufría mucho con las patadas. Varias veces me lesioné. Finalmente su uso fue obligatorio y mejoró la vida de los jugadores", afirmó.
"Por eso es importante el uso de los equipos de seguridad. Ustedes necesitan prevenir y cuidarse", agregó.
Según estadísticas citadas por los organizadores del evento, Brasil, que en 2010 registró 54.664 accidentes de trabajo con 2.500 muertes, es el cuarto país en que más se registran muertes en la construcción civil. EFE
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